Oomapas reitera el llamado a negocios y domicilios a instalar trampas de grasa para reducir el riesgo de que los residuos provoquen taponamientos y derrame de aguas residuales

Cuando existen establecimientos comerciales y de servicios que manejan grasas o aceites, es necesario instalar trampas de grasa y evitar verter este tipo de residuos por la alcantarilla.

De esta manera se mejora la calidad del agua residual y se previene el taponamiento de líneas que, eventualmente, ocasionan costosas rupturas de tuberías y derrame de aguas residuales, advirtió el Organismo Operador Municipal de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Oomapas).

Los giros de negocio que deben contar con una o más trampas de grasa –dependiendo del tamaño del establecimiento- son principalmente en el sector industrial, así como restaurantes, car-wash, talleres mecánicos, hoteles, tiendas de autoservicio y otros comercios que manejen este tipo de materiales.

En caso de ya contar con su trampa de grasa, precisó el Organismo, es necesario que se le dé mantenimiento constantemente como remover la nata de grasa y aceites que queden en ella, retirar los sólidos acumulados en el fondo y las paredes, y registrar la fecha de limpieza periódica (cada una ó dos semanas).

Existen también trampas de grasa domésticas pequeñas que pueden ser instaladas fácilmente en un domicilio y aunque las comerciales son un requisito para tramitar la licencia de funcionamiento, en ambos casos es muestra de disposición para ser un usuario responsable.

Una línea de drenaje bloqueada constituye un problema para el comercio y para la red de drenaje de toda la ciudad que conduce hasta la planta de tratamiento pues, con el tiempo, se traduce en gastos de reparación que pueden prevenirse con estas acciones, informó el Oomapas.