Se aplican precauciones como evitar contacto al dar la Paz y en el rezo del Padre Nuestro, y la Comunión se recibe en las manos

 

 

 

Por Catalina Navarro

San Luis, Arizona.- Así como ya se aplica en la vecina frontera de México, las Iglesias católicas que conforman la comunidad de la Diócesis de Tucson, incluidas las de Yuma, Somerton y San Luis, recomiendan implementar medidas de prevención del Coronavirus o COVID-19.

En un comunicado emitido por el Obispo Edward J. Weisenburger, se indica que las medidas serán obligatorias, empezando con la dispensa o permiso para que católicos que están enfermos no asistan a misa y permanezcan en casa para su recuperación.

“Ello es un acto de caridad, pues la Misa obligatoria de domingo siempre se disculpa a los que estén enfermos”, expresa.

Otra medida es que las parroquias y templos deben suspender el uso de las fuentes de agua bendita, a la que feligreses suelen meter la mano o los dedos y santiguarse.

Durante el rito católico de la Misa, los asistentes deben de evitar el contacto de manos, especialmente al expresar el Signo de la Paz, y en cambio deben de hacerlo con una reverencia.

“Por lo pronto, los párrocos deben suspender el uso del cáliz para la consagración y la Santa Comunión debe distribuirse únicamente en la mano, ya que al recibirla en la boca a veces ocurre que se toca la lengua o los labios”, destacan.

En aquellas parroquias donde es costumbre hacerlo, debe suspenderse el tomarse de las manos durante el rezo del Padre Nuestro.

Después de la misa, los párrocos deben asegurarse de que todos los recipientes utilizados para la comunión tengan una limpieza profunda con jabón y agua caliente.
Las colectas de ofrendas se deben colectar en la puerta del templo al salir de la Misa usando canastas.

Los ministros de los enfermos deben seguir cuidadosamente los reglamentos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), como lo es el uso de máscaras cubrebocas, guantes) y como se indica en hospitales o institucionnes donde prestan servicios.

Todo contacto innecesario entre individuos o grupos deben ser eliminados, establece el Obispo Weisenburger, por ejemplo, saludar a las personas después de misa, ofrecer café o donas en las oficinas parroquiales.

Se alienta a personas con sistemas inmunes débiles quedarse en casa, incluso los domingos.

Los Ministros de Eucaristía deben lavarse las manos antes y después de la distribución de la Santa Comunión y deben usar un desinfectante de manos con base de alcohol, si no se cuenta con agua y jabón cercanos.

Los sacerdotes y párrocos deben recalcar a los feligreses que deben de lavarse frecuentemente las manos con jabón, preferentemente líquido.

 

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